Traducción jurada oficial y certificada para todo tipo de documentos
¿Necesitas una traducción jurada? No busques más, en Cosmolingo disponemos del traductor jurado que mejor se adapta a tus necesidades.
En Cosmolingo disponemos de traductores jurados en distintos idiomas que han sido habilitados por el Ministerio de Asuntos Exteriores,
Unión Europea y Cooperación (MAEC), quienes garantizan que cada documento traducido es fiel al original, certificando su autenticidad con su firma y sello de manera que todas sus traducciones posean un carácter oficial ante autoridades y organismos públicos.
¡Sabemos lo que es importante!
Sabemos lo importante que es causar una buena primera impresión, por eso no te la juegues, ¡la calidad de una traducción jurada importa! ¡Confíanos tus traducciones juradas y lograrás incrementar el reconocimiento de tu marca en cualquier idioma!
¡Cuéntanos tu proyecto de traducción jurada, estaremos encantados de ayudarte!
Traducción jurada profesional
Lo primero de todo debemos aclarar la confusión existente entre los conceptos de traducción jurídica y traducción jurada, que con frecuencia se aplican casi indistintamente. La traducción jurídica, como es lógico, solo se ocupa de textos legales. La traducción jurada, por el contrario, tiene un alcance mucho más amplio, pues comprende toda clase de textos, no solo legales; en la práctica, se limita sobre todo a documentos oficiales y administrativos, tales como contratos, convalidaciones de historiales académicos, actas, etcétera. En resumidas cuentas, a grandes rasgos, textos que, aunque no sean necesariamente jurídicos pueden tener repercusiones legales. Así pues, las situaciones que requieren la intervención de traductores jurados y las técnicas que estos emplean son bien distintas.
Pero la gran diferencia entre ambas modalidades estriba en que la traducción jurada tiene validez legal. ¿En qué consiste esto exactamente?
Aunque naturalmente los buenos profesionales siempre son escrupulosos y responsables, cuando los traductores jurados estampan su firma y su sello en un documento traducido se convierten en fedatarios de su veracidad, lo que puede tener consecuencias legales para los propios traductores. Por ese motivo las instituciones y los organismos oficiales requieren traducciones juradas «fieles y completas» para todo tipo de trámites.
En definitiva, la traducción jurada es una de las modalidades de traducción más delicadas y no todos los traductores pueden hacer una traducción jurada; deben estar homologados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Para ello deben haber aprobado las asignaturas correspondientes de la licenciatura en Traducción e Interpretación o el examen que convoca todos los años el propio Ministerio y que consta de diversas pruebas de traducción directa e inversa de textos periodísticos, literarios y jurídicos, así como de una prueba oral para quienes han superado las anteriores. Los criterios de corrección, como es lógico, son sumamente rigurosos.