Empresa de traducción al alemán
¿Sabía que en el alemán es imprescindible leer y escuchar todas y cada una de las palabras de una frase, puesto que la última palabra puede cambiar completamente el significado de la oración?
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La traducción va más allá de dominar un idioma, sino que implica conocer la cultura que corresponde con la lengua y eso es algo que en Cosmolingo tenemos muy en cuenta. Es por eso por lo que solo trabajamos con traductores profesionales que residen en los países de habla hispana o alemana y cuya lengua materna es la de destino.
Insistimos, nuestros traductores solo traducen a su lengua materna, aunque diferenciamos entre el español hablado en América Latina y el español hablado en España, o el alemán hablado en Alemania, Austria y Suiza. En total contamos con 23 traductores repartidos por Latinoamérica, 35 en España y 37 repartidos entre Alemania, Austria y Suiza. Dinos a qué público está destinada la traducción alemán-español, ¡tenemos el traductor alemán-español adecuado para ti!
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Sabemos lo importante que es causar una buena primera impresión, por eso no te la juegues, ¡la calidad de una traducción del español al alemán importa! ¡Confíanos tus traducciones al alemán y lograrás incrementar el reconocimiento de tu marca en cualquier idioma!
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El idioma alemán
Seguro que has oído la expresión: «la locomotora alemana»; aunque ahora también se aplica al ámbito de los deportes, estrictamente hablando se refiere a la economía alemana como la más pujante del continente europeo y una de las más poderosas del mundo, el motor de la recuperación europea en estos tiempos tan inciertos, sustentada en una industria ampliamente diversificada que ha repercutido en el tremendo desarrollo de la nación. Y todo apunta a que las previsiones se quedan cortas.
¿Te has preguntado cómo lo consiguen? La República Federal de Alemania es la nación más poblada de la Unión Europea, con más de 80 millones de habitantes, y cuenta por lo tanto con la representación más numerosa en el Parlamento Europeo. De la misma manera, su presencia en los organismos internacionales más influyentes está asegurada. En la Comisión Europea, por ejemplo, el alemán es una de las lenguas de trabajo. Y es que según algunas estimaciones más de 100 millones de europeos lo hablan como lengua materna; con permiso del ruso, es el idioma más hablado del continente y el segundo que más se enseña en las escuelas de Europa. Lo curioso es que Alemania ha acogido tradicionalmente a inmigrantes de todo el mundo (de hecho, una fracción significativa de sus habitantes son extranjeros, entre los que destacan mayoritariamente los turcos), de manera que buena parte del pueblo alemán presume de multilingüismo.
Si acaso te parece un idioma incomprensible, ten en cuenta que, al igual que el nuestro, pertenece a la familia indoeuropea, aunque se engloba dentro del subgrupo de lenguas germánicas. De manera que, si no hermanos, podría decirse que son primos. Y también al igual que el nuestro, el alemán es un idioma pluricéntrico que tiene tres focos señalados: Alemania, Austria y Suiza. De hecho, lo que se conoce como alemán estándar es realmente una amalgama de diversos dialectos (a grandes rasgos, altoalemanes y bajoalemanes), algunos de los cuales son mutuamente ininteligibles. A pesar de ello, en determinadas regiones, como por ejemplo Luxemburgo, Alsacia y Lorena, estos dialectos están más extendidos entre la población nativa que la forma estandarizada.
Sea como fuere, el alemán es la lengua oficial de Alemania, Austria y Liechtenstein, además de una de las lenguas oficiales en Bélgica, Luxemburgo y Suiza, así como en diversos territorios europeos y en la antigua colonia de Namibia; sin embargo, en estas regiones las comunidades germanohablantes han menguado notablemente a causa de los movimientos migratorios que desencadenaron las circunstancias económicas y políticas en la década de los 90. No obstante, lo hablan más de 150 millones de personas en todo el mundo, no solo en Europa, sino también en los Estados Unidos y Latinoamérica, donde tiene una presencia destacada.